Venezuela, un país en la encrucijada.
Eduardo J. Barrios P.
Caracas, 12 de febrero de 2009
Venezuela está viviendo un momento histórico librando una batalla como la de la gesta libertadora que celebramos el 12 de febrero, el día de la juventud en honor al sacrificio de jóvenes en la guerra por la independencia del país, la batalla de La Victoria ganada por José Félix Ribas en 1814 con estudiantes seminaristas y de la Universidad de Caracas.
El 15 de febrero de 1819 Simón Bolívar en Angostura (hoy Ciudad Bolívar) inauguró el segundo Congreso Constituyente de Venezuela. El libertador leyó en la sesión inaugural su famoso discurso de Angostura, el cual reflejó la profundidad de su pensamiento político. El principal cometido del Congreso como tal, fue dar a Venezuela una Carta Fundamental. En la Venezuela de entonces, no existían leyes que determinaran el inicio y el fin de un periodo. Bolívar renuncia al cargo de Dictador Jefe Supremo expresando lo siguiente:
“La continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado, que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente”.
Este 15 de febrero de 2009, aniversario del Congreso de Angostura, los venezolanos, aún en contra de nuestra voluntad, deberemos de cumplir un paso fundamental, como es el de ir a VOTAR por un SÍ o por un NO, a la permanencia indefinida de las autoridades que nos gobiernan, empezando por el presidente. Esto en total contradicción con lo manifestado por nuestro Libertador y destacado en el párrafo anterior.
Los resultados que se obtenga definirán el rumbo a seguir, con una pequeña diferencia, si gana el SÍ, la profundización del proyecto del socialismo del siglo XXI contará con respaldo popular, si por el contrario gana el NO, desconocer la voluntad popular nuevamente y el profundizar el proyecto del socialismo del siglo XXI, carecerá de este apoyo. Los problemas endémicos actuales tales como: económicos, sociales y políticos, terminarán de polarizar aún más esta sociedad, colocándola en situación de conflictos, reclamos y ampliación de la lucha democrática. Alguien tendrá que dar el paso fundamental de estrechar la mano y ofrecer su espíritu de servicio al país reconociendo y respetando al oponente.
Lo que suceda el domingo 15 de febrero del 2009, será de nuestra total responsabilidad. Venezuela está partida en tres bloques, quienes apoyan el continuismo y el sistema comunista que nos lo quieren imponer disfrazado de socialista, quienes apoyan la democracia y sus libertades y, aquellos que no están con el gobierno ni con la oposición. Quien gane de los dos primeros bloques el domingo, lo hará por un margen muy estrecho y el ganador deberá ser humilde ya que esto le granjeara el respeto necesario que tanto requieren ambos, para la gobernabilidad del país. Quedan apenas 72 horas para el magno evento, el destino del país está en nuestras manos, se estima una participación de 63% de electores y abstención, 37%. Una situación difícil y comprometedora para el sector democrático, ningún país ha logrado transformaciones políticas, absteniéndose.
Venezuela a partir del día lunes 16 de febrero tendrá una nueva cara. Nos levantaremos ese día, unos con el sabor del triunfo y otros con el de la derrota, pero igualmente seguiremos luchando por este país y tendrán que sentarse las partes en conflicto a buscar soluciones políticas para enfrentar la dura realidad social y económica que se cierne sobre el país. No hacerlo será desconocer la misma y lanzar al país por el tobogán de la desesperanza y la irracionalidad.
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