¿Será porque somos venezolanos?

Eduardo J. Barrios P.

Caracas, 17 de octubre de 2010

He tratado, como muchos otros, buscar explicaciones de nuestro comportamiento en la vida diaria y en nuestro devenir. Hago comparaciones de nuestro proceder adentro y fuera de las fronteras. Cuando estamos, los que pueden viajar, en otro país, la mayoría de mis conciudadanos son ciudadanos ejemplares, se desviven por hacerse notar como personas amantes de las leyes, simpáticas, excelentes vecinos y pare de contar.

Dentro de nuestra patria, las cosas cambian radicalmente. Somos echones, inaguantables, el ultimo vaso de agua del desierto, no hacemos filas, siempre retrasados y apurados, nuestra opinión es la única, buscamos ser siempre el primero para que nos atiendan, movemos cualquier palanca para conseguir algo, en fin, un deshecho de virtudes.

De estas bondades no escapa ni el más humilde de los venezolanos. Como ejemplo de nuestro desempeño como pueblo, es difícil soslayar nuestra actuación en los importantes eventos electorales pasados y en las recientes elecciones legislativas del 26 de septiembre de 2010. Veamos algunos pequeños ejemplos: Las organizaciones políticas, cuando los oficialistas propiciaron el uso de las inconstitucionales morochas, un vocero de un partido político de la oposición, en vez de reclamar esa ilicitud, afirmo que ellos harían lo mismo en defensa propia. ¿Pensaron en el elector, o que la ley es solo un monigote, o la podemos violar todos? Con esta afirmación, la representación proporcional quedó seriamente lesionada y disminuida.

Cuando se pospuso la elección de Concejales y Juntas Parroquiales, nadie intento hacer un reclamo formal sobre esas inconstitucionalidades, porque favorecían a algunas organizaciones “democráticas” en las regiones. Cuando se creó la Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPE), que modificaba los circuitos electorales a favor del régimen, que adelantaba la fecha de los comicios y, que se estrenó en las pasadas elecciones, ninguna Organización hizo reclamos con soportes ante las Autoridades, a fin de dejar constancia de ese macabro procedimiento. Al contrario, aseguraron que todo estaba bien, que el proceso estaba blindado, sí, ¿pero para quién?

Hablando de este último proceso electoral, quizás el más importante en los últimos años, se logró al menos un paso muy importante como lo fue una débil unidad y como siempre, callarse ante las desproporcionadas ilicitudes que ocurrieron en el proceso. ¿Alguien ha consignado un escrito formal de las irregularidades del más eficiente, cristalino y avanzado método electrónico de elecciones del CNE? Tardaron solo ocho horitas en dar a conocer los resultados comiciales del 26S. Un record para Ripley.

Habían asegurado, las organizaciones en la MUD, ¿será porque somos venezolanos?, que la totalidad de las mesas estaba cuidadas por sus testigos. Los recientes estudios de la firma de análisis y seguimiento electoral, ESDATA, contradicen esas afirmaciones. Hasta en parroquias de La Gran Caracas, algunas mesas electorales carecieron de la presencia de los testigos de la oposición. En las regiones, interior del país, la misma debilidad se hizo presente y con más fuerza. Esto permitió el gran cambio de votos antes de la impresión y transmisión del acta de resultados.

Los votos en contra de Chávez y lo que él representa, son abrumadoramente en su contra. Aun cambiando los resultados, que les brindo una mayoría en la Asamblea Legislativa con menos votos, confiscando la voluntad popular, la suma de votos obtenidas por quienes disiente del proceso castro comunista que se estableció en el país, fue mayor, ¿ganamos una?

La cacareada unidad, como la califican algunos, mostró resultados que deben ser, no solo analizados, sino corregidos en su raíz para que no vuelva más nunca a suceder mientras no estemos nuevamente en una democracia formal. La oposición en la MUD, obtuvo 3.817.383 votos. Los partidos pequeños, no incluidos en la MUD, por razones que solo saben ellos, 2.059.004 votos, que no favorecieron a los candidatos de la unidad. Total oposición, 5.876.387 votos.

En donde si fuimos venezolanos a carta cabal, fue en la elección de los candidatos al Parlatino, veámoslo en votos nominales: Bartolomé Pérez, MUD, 2.827.239 votos. Ember Iguaran, MUD dividida, AD y Causa R, 1.691.901 votos. Veámoslo en lista: MUD 5.077.043, OPINA 288.889, UNIDOS 19.705. Total 5.385.637 votos y no se refleja la totalidad ya que son partidos que fueron igualmente fuera de la unidad superando la cantidad mencionada. El PSUV obtuvo 5.268.939 votos.

Veamos otro pequeño ejemplo, ¿será porque somos venezolanos? que Chávez regala el oro y el moro del pueblo a otros países mientras en el suyo, la inflación se come el bolsillo de su pueblo. La escasez de alimentos es visible y no lo pueden ocultar. La inseguridad mantiene preso a la familia en sus casas y la jurídica, el principal violador es el mismísimo Chávez. Dispone de lo que no es suyo como en el caso del conjunto de refinerías de la Rhur Oel, en sociedad con la BP, en donde pasa por encima de su socio a partes iguales 50% cada uno, se la vende a los rusos por USD 1.600.000.000 y cuyo valor, en boca de Humberto Calderón Berti, sobrepasa los USD 7.000.000.000 Y nosotros los venezolanos, incluyendo los políticos de la oposición, en un mutis total.

¡Caramba! De verdad que somos venezolanos.